2017 empieza con buen pie y sobre todo, con buen apetito.
Rendimos homenaje en esta ocasión a la gran María Luisa García o como llaman en este artículo "la Julia Child asturiana" escritora de los grandísimos "El Arte de Cocinar" y "El Arte de la Repostería"
Sin más dilación, ahí va nuestro reto #12meses12marialuisas
Como no, antes de acabar febrero llegan los impresionantes a la par que sencillos:
CUBILETES DE ALMENDRA.
Ingredientes:
Para la masa (pie pastry):
200 gr mantequilla (200gr butter)
3 yemas huevo (3 egg yolks)
2 cucharadas azúcar (2 sugar teaspoons)
Harina ("la necesaria", yo he utilizado unos 180-200 gr) (flour "what it needs" I used 180-200 gr).
Para el relleno o crema de almendras (almond cream):
Ingredientes y "la Biblia"
Huevos ecológicos, que seguro en la época de Maria Luisa todos lo eran.
1 tazón (taza pequeña) de azúcar (1 coffee cup of sugar)
2 yemas huevo (2 egg yolks)
200 gr almendra molida (200gr almond flour).
2 cucharadas coñac (2 cognac "or Bourbon" spoons.
1. Mezclar todos los ingredientes de la masa excepto la harina, ir añadiendo poco a poco la harina sin manipular demasiado (la mezcla debe ser tipo base de tarta, no debe pegarse a las manos). Mix all the pie pastry ingredients appart from flour, start adding the flour while you mix it.
2. Dejar reposar dos horas en la nevera. keep the pie pastry into the fridge for at least two hours.
3. Engrasar moldes tipo "muffin", magdalena o cupcake van perfectos. Flour the cupcake or muffin mould.
4. Forrar los moldes con la masa. y dejar en la nevera mientras se prepara el relleno de almendras.Cover the mold with the pastry and keep it into the fridge while you prepare the almond filling.
5. En un cazo mezcla un tazón de azúcar y otro de agua y acerca al fuego hasta que consigas un almíbar a punto de hebra floja (tipo escarchado, prueba a pegar los dedos al tocar el almíbar, si forman uno hilo entre ellos, pasando al estado entre líquido y denso es perfecto). Heat a small cup of water and a small cup of sugar in a saucepan until it boils and becames a syrup (thick enough to stick one finger to another but not too much, it has too be liquid).
6. Añade la almendra removiendo con una cucharada de madera mientras cueces la mezcla 5 minutos. Debe ser una mezcla densa. Add the almond flour while you mix it (wooden spoon is perfect) and cook it for 5 minutes (over low cook). The mix must be thick.
7. Apartalo del fuego y mezcla las dos yemas, hiervelas de nuevo y cuando rompa a hervir añade las dos cucharadas de coñac. Keep out of the heat and add the egg yolks, heat it up again and when it boils add the cognac spoons.
8. Una vez enfríe la mezcla rellena los moldes con la masa preparada y hornea 10-15 min 150º (depende tamaño). When it cools fill the pie pastry and bake it for 10-15 min 150º (it deppends on the size).
9. Espolvorea con azúcar glass. Sprinkle it with icing sugar.
A merendar.
Maria Luisa dice en su libro que este relleno de almendra es válido para otras recetas, y no lo pongo en duda. Merece la pena probarlo.
No sé el momento exacto en el que
empecé a notar que algo no iba bien. Yo que había tenido buenas y
malas rachas como todo el mundo, pero sin perder nunca el sentido del
humor, hace un año me costaba cada vez mas reír y no me apetecía
hablar. Intentaba seguir haciendo mi vida con normalidad pero no era
feliz.
Como no tenía un motivo de peso para
estar así (según mi criterio) no me sentía con derecho a estarlo,
y entonces a la tristeza se le sumó la culpa y mas tarde la soledad
cuando empecé a aislarme. Llegué a convencerme incluso de que no
tenía nada que ofrecer a nadie (qué gilipollez), y en estas
condiciones empecé 2015 pensando que me estaba volviendo loca, y por
fin fui al médico. Me vio un señor muy amable que me dijo
tranquilamente que que no estaba loca, sólo tenía algo llamado
distimia que consiste básicamente y resumiendo en estar triste casi
todo el rato. Ahora ya sabía lo que tenía, ahora me sentía una
loca con papeles.
Aquí Muriel era muy feliz
Intenté hacer caso a este hombre y
poner en orden mi vida, alejarme de quien no me convenía, tener una
rutina, me apunté a un gimnasio (gran error, hacer deporte en un
sitio cerrado con desconocidos no es para mí), y así pasé el
invierno, la primavera y cuando me iba encontrando mejor y con ganas,
por cosas de la vida, ocurrieron otras que me hicieron empeorar.
Desesperada recordé un libro de Marian Keyes, Salvada por los
pasteles, con una introducción bastante dura en la que cuenta
cómo empezó a hacer repostería con el propósito de ir
postergando su idea de suicidarse "podía suicidarme o podía
hacer un pastel, así que decidí hacer el pastel y que ya me
suicidaría otro día". Yo estaba muy lejos de tener esas ideas,
pero igual que ella necesitaba hacer algo que me hiciera sentir bien
para sobrellevar el infierno en el que se estaba convirtiendo el
verano.
Se me hacía difícil leer porque me
no podía concentrarme, estaba en paro con trabajillos temporales que
tampoco me ayudaban y tenía mucho tiempo libre por llenar. ¿Que
podía hacer yo? pensé en cosas que me hicieran sentir bien y no las
encontraba, pero había algo que dejé de hacer hace años y me
gustaba porque decidí en algún momento que lo hacía regular:
pintar. Así que con lo que gané dando clases particulares me compré
un estuche nuevo de acuarelas, papel, pinceles... sin saber muy bien
lo que iba a salir de ahí.
Probé a dibujar flores pero no me
interesaba mucho, tampoco quería pintar paisajes ni bodegones.
Decidí que iba a pintar escenas de películas que fueran importantes
para mí y me hubieran ayudado en algún momento de mi vida, para
después ponerlas en mi habitación y ver cada día que incluso
estando mal se puede hacer algo bueno y recordarlas. El resultado no
es más que el de una aficionada que experimenta con las acuarelas,
pero para mí tienen muchísimo valor al conseguir que me sintiera
bien y en paz haciéndolas.
El verano ha acabado por fin con la
sorpresa de que he sido constante haciendo algo, y de que no lo he
hecho mal, (cosa que me ha sorprendido) y bueno, no soy la misma de
antes y no creo que pueda volver a serlo, he perdido en este tiempo a
amigos que no voy a recuperar y un poco de mi inocencia, pero por
otro lado he sido capaz de hacer cosas que no imaginaba: descubrí
que me encantaba dar clases, que podía escribir lo que para mí eran
tonterías y había a quien le gustaba leerlas, que si quería podía
volver a pintar y hacer cualquier cosa, y ahora es cuando está en mi
mano hacer con mi vida lo que yo quiera.
De todo esto no me he dado cuenta
sola, me ha ayudado a verlo la cantidad de gente que me quiere
incondicionalmente y tengo a mi alrededor: mi familia y amigos que
están ahí cuando estoy contenta, cuando estoy triste, cuando soy
pesada, estoy de mala leche o hecha un coñazo, mi sobrino que no
entiende de barcos pero entiende de cariño y me lo da, y un entorno en el que encuentro mucho apoyo. La razón de contarlo aquí aun siendo
algo triste por lo que he pasado y de lo que me estoy recuperando es
por si puede ayudar a alguien que en estos momentos se sienta así:
espero de corazón que encuentres ese algo que te haga sentir bien y
no lo dejes para otro día, hazlo como lo harías tú aunque te
parezca que el resultado no será el mejor, hazlo honestamente. Si lo
necesitas pon de fondo Let it go y deja ir eso que te
angustia, porque ya se sabe que La señora Dalloway después de
asomarse a la ventana y sentir ansiedad por el peso del pasado, se lo
pensó mejor, la cerró, y volvió a su fiesta.
Jane, nacida en
1775 en Inglaterra y séptima hija de un párroco, llevó una vida
tranquila con sus hermanos haciendo lo que mas le gustaba: escribir.
Si pensamos en como era el ambiente en el que escribía sus novelas
parece imposible que pudiera hacerlo. El lugar permitido era el salón
común, lo cual suponía que hubiera interrupciones constantes y que
tuviera un papel secante siempre a mano para cuando entrara alguien
que no fuera un familiar ocultar lo que escribía y excusarse
diciendo que era correspondencia.
Así, en esas
circunstancias, escribió sus maravillosas novelas. Lo que ocurre en
ellas no es nada extraordinario: sus protagonistas femeninas,
inteligentes e ingeniosas se debaten entre su deseo de participar en
el mundo que les rodea y la necesidad de sentirse protegidas en la
seguridad del hogar, pasando de se ser las hijas de su padre a ser
esposas de su marido, bajo las expectativas de sus padres de
conseguir un matrimonio ventajoso que solucionase sus problemas
económicos.
Jane decidió que
le iba a dar a sus personajes todo lo que su hermana Cassandra y ella
no habían podido tener: un matrimonio por Amor. Y escondiéndose
bajo ese “papel secante” de la crítica hacia las novelas
sentimentales de la época relata cómo sus protagonistas con ayuda
de sus armas, el silencio e incluso la pasividad como táctica a
veces, consiguen lo que quieren. ¿y cómo lo hace? Aquí viene lo
importante, lo hace como dijo Virginia wolf: “estimulando a los
lectores a aportar lo que no está”. ¿Y no es mejor decir lo que
uno quiere decir sin una palabra de menos y una de más? Por supuesto
que no, eso es mejor en la vida real, pero no en una novela donde no
hay que dárselo todo hecho al lector.
Sus personajes
tampoco dicen lo que quieren decir porque siempre está muy presente
la contención, lo que hace que surjan malentendidos que como en Persuasión tardan varios años en aclararse. En cambio estos
diálogos a nosotros nos permiten hacernos un retrato psicológico de
cada personaje con detalle. ¿No es maravilloso contar algo ordinario
de forma extraordinaria con apenas 20 años desde el salón de tu
casa escondiendo tus letras bajo un papel secante y bajo la ironía
tus ideas? Eso es lo que más me gusta de Jane.
Y ahora me gustaría
continuar con lo que ha conseguido y supongo que nunca imaginó: que
sus novelas se adaptaran al cine en varias ocasiones y se siga
haciendo en la actualidad. Aparte de todas las adaptaciones clásicas
de sus obras, la archiconocida y reconocida miniserie de la BBC de
Orgullo y prejuicio que a todo fan de Jane encanta y le gusta
proclamar a los cuatro vientos (a mí particularmente me gusta mas la
película de 2005 y defenderé la actuación de la Keyra
Kniehkjsfhkucomoseescriba a quien se ponga por delante) hay
adaptaciones mas o menos libres y actuales que dejan ver cómo los
temas que trataba y las características de sus personajes siguen
todavía hoy vigentes, desde Bollywood a Youtube:
Bodas
y prejuicios:
Los
personajes contenidos, elegantes, discretos (la mayoría) de Jane
Austen en versión Bollywood, ¿Por qué no? El mundo de Jane Austen
y Bollywood parecen dos conceptos antagonistas, pero la trama central
de Orgullo y prejuicio es mas antigua que el hilo negro y puede
adaptarse a cualquier estilo: chica conoce a chico, le juzga,
descubre que se equivoca y se tiene que tragar su orgullo (la
orgullosa en realidad es ella y no él), después de una serie de
malentendidos y sufrir a tope él se quita la máscara de hombre frío
y triunfa el Amor. Fin.
Merece
la pena ver esta adaptación sólo por la representación de una de
las hermanas de Elisabeth Bennet, Mary, que en esta ocasión en vez
de intentar amenizar las fiestas familiares tocando el piano y
cantando francamente mal interpreta esta grandiosa DANZA DE LA COBRA
para vergüenza de su pobre padre:
*A
este señor Darcy le doy un 4 nada más por soso y por no fugarse con Mary después de esto.
Fuera
de onda:
Fuera
de onda es una adaptación de Emma estupenda. Hemos llegado al
momento en el que quiero confesar que yo también sufro de una amiga
casamentera que lo único que consigue es liar y reliar más las
cosas (me buscó un novio que ya tenía novia, un ruso que vive a
434323423 kilómetros,el hermano de una amiga recién separado...) y
ella, igual que la protagonista, TIENE QUE PARAR. La diferencia es
que mi amiga no se levanta cada mañana y elije la ropa que va a
llevar con la versión "moderna" de la ruleta de la moda:
Lo
mejor de Fuera de onda es ver a Brittany Murphy que está estupenda
con 19 años, lozana, guapa, el pelo inmanejable, dibujando a Marvin
el marciano, y diciendo estas cosas: “you're a virgin who can't
drive”
(Le echo de menos)
*Aquí
no hay señor Darcy :(
Los
diarios de lizzie Bennet:
Es
una serie de YouTube en la que la protagonista, Lizzie, es una
Elisabeth Bennet de nuestros días que cuenta sus aventuras y
desventuras cotidianas como una youtuber más. Empecé a verla cuando
me propuse mejorar mi inglés, lo cual fue imposible ¡ésta
chica habla rapidísimo!
Cada
capítulo dura unos 3 ó 4 minutos y es increíble como engancha.
Ella lo hace genial y adapta la historia de Orgullo y Prejuicio a la
época actual de maravilla. Aquí os dejo un momento clave de la
historia, cuando conoce a su señor Darcy y le dedica estas palabras
con mucho sentimiento:
*a
este señor Darcy le doy un 7 y me tomaría un café con él.
El
diario de Bridget Jones:
Sí,
¡otra adaptación de Orgullo y prejuicio! Esta Elisabeth Bennet es
regordeta, fumadora, bebedora, un poco torpe, trabaja en una oficina,
tiene un gusto pésimo para elegir a los hombres (hasta que llega ÉL)
y su vida es un desastre. No tiene mucho que ver en principio con el
personaje de Jane, pero la historia es la misma. Recordemos: chica
conoce a chico, le juzga, luego se enamora del gilipollas de su jefe,
etc.
Como
esta adaptación es tan conocida me voy a limitar a decir cosas sobre
Colin Firth como Marc Darcy:
- Está
guapísimo
- Es
un hombre bueno que huele bien (apuesto un brazo a que sí)
- Tiene
algo que me atrae mucho en los hombres y las personas en general: cuando
aparentan ser de una forma (en este caso serio, soso y aburrido) pero
con algún gesto del que no son conscientes y en un descuido revelan
que son todo lo contrario y para bien.
Ay
- Pondría
mi vida en sus manos
-
Si alguien como él me dijera esto se me caerían las bragas:
*A
este señor Darcy le doy un 10, mi alma y mi corazón.
En mi casa hay muchas de estas dos
cosas: cuadros y libros. Cuadros, por la profesión de mi padre, y
libros, por la afición de mi madre. Esta afición y amor por los
libros hizo que hace poco le dijera a su nieto de dos años cuando
pretendía jugar con uno: “LOS LIBROS EN ESTA CASA SON SAGRADOS”,
y me prece muy bien, claro que lo son, pero además de leer yo
también he jugado con ellos y con mis hermanos abriendo la
enciclopedia al azar a ver qué palabra aparecía o buscando cosas
raras (el aburrimiento...) viendo las ilustraciones raras que tenían
algunos o lo desfasados que se habían quedado.
Esto último se puede ver muy bien en
las revistas de moda, costura y punto que conserva mi madre de los setenta, en las
que lo mismo te explican como hacer un jersey a la moda que preparar
la mesa para los invitados en nochevieja (pero sobre estas revistas
escribiré otra entrada porque se merecen una dedicada sólo a
ellas).
De los libros que mas he ojeado, ¿hojeado?, que rondaban
por casa he seleccionado los que supongo que no se encontrarán en
muchos hogares. En casi todos está la antología del Quijote,
enciclopedias, biblias, biografias que no ha leido ni leerá nadie
jamás... pero, ¿uno de informática y computación del 86?
Empecemos por éste:
Había que estar loco de la cabeza para estudiar infómatica entonces.
tu primer libro Basic, ¡qué divertido!
No tengo ni idea de como llegó a casa
de un matrimonio que no tenía el menor interés en la informática,
y que no compró un ordenador hasta el '96. Pues bien, lo mejor
que tiene este libro, a parte de flipar con el contenido, son las
ilustraciones.
Me encantan los estilismos, los escenarios, los
gráficos explicativos... , aquí vemos al personal informático resplandeciente y elegante como el futuro de la informática:
yo veo Amor en todos sitios, éstos están ligando por internet, un pequeño truco:
"Navegando
con mi ordenador Busqué un chico que moló un montón, En la
red lo encontré.
Como se acelera el corazón Si llega un e-
mail a mi buzón,
Navegando
por la red, navegando en Internet, Navegando yo, me enamoréeeeeeeeeeeeeee"
Atención, que ahorael Basic entra en acción, este libro es todo emoción:
El libro tiene su propia mascota: Basic. A veces está contenta y a veces no.
En conclusión, la informática estará presente en nuestras futuras vidas aunque nos tengamos que poner una burbuja en la cabeza para protegernos:
el futuro
Sigamos con otro libro sobre otra
materia apasionante: la adolescencia.
Yo que ya pasé (pero no sé si superé porque me he puesto a escribir un blog con 31 años) la
adolescencia, me sigo fascinando con este libro para padres, con
ayuda de los padres, que trata sobre ser padre ¿pero no iba esto
sobre adolescentes? Veamos un poco el contenido:
- ¿qué te pasa Mari Carmen?
- Que no puedo soportar que mi Ramón Manuel sea adolescente, y me siento regular.
Llegamos al momento en el que el cuerpo de un aolescente sufre cambios, tiene un cuerpo nuevo (o lo que es lo mismo;
¿qué es esto? ¡qué asco!)
Si algún chico me lee quiero que me diga
si esto está basado en hechos reales:
Cambia nuestro cuerpo, y hay que disfrutar de él. Aquí a Mari Carmen le ha dado ya un parraque pensando en que su Paco puede dejar embarazada a alguien y le ha regalado condones (o eso hizo mi madre con mi hermano)
Nuevos amigos y nueva mentalidad:
Lola la maja y daniel y su moto tuvieron un romance, pero lo dejó por Miguel
que era más intenso. Despés se cansó de todos y se hizo lesbiana
harta de que le dieran la turra uno con la moto, y el otro con "la
causa".
Pero ya estamos llegando al final de la adolescencia y basta ya de tanta tontería, hoy vamos a ir al grano, te voy a buscar trabajo:
Sueños contra realidad: yo he hecho mi sueño realidad de ser oficinista, ¿y vosotros?
¡Gracias a Dios que la adolescencia se pasa! y este artículo también. Pero quiero terminar con las palabras de un libro de arte de los que también rondan por casa porque siempre me ha parecido muy curiosa esa forma de citar las fuentes:
"todo cuanto se ha dicho y escrito sobre el particular, está contenido en artículos sueltos, de revistas y periódicos; se lo llevó el viento apenas cerraron su boca los conferenciantes o existe en raras publicaciones de lenguas extranjeras".
Algo ocurre desde que a media tarde
aparece en el lugar el elemento más importante de todoas: la orquesta. Y es que estas fiestas de verano
no pueden existir sin ella; sin sus cantantes trasnochados, coristas
con lentejuelas, vestidos brillantes, chalequitos de raso para ellos,
purpurina para ellas, y espectáculo para todos.
Esas orquestas con nombres geniales
como “Los anaconda” (no olvidemos la maravillosa orquesta
Expresiones, por favor)
se ponen sus mejores galas para cantar esa noche el mismo repertorio
por milésima vez. ¡Qué chasco me llevé cuando me enteré de que
los músicos hacían playback! No tocan casi ningún instrumento, así les sale más barato, se supone que nadie lo nota y van sobre seguro.
En cuanto al repertorio mi primera
idea era hacer una lista con las canciones más versionadas por estas
orquestas, entonces me di cuenta de que hay uno base que es el mismo
desde hace 40 años y lo seguirá siendo por los siglos de los
siglos, Amén, al que se suman las versiones de las canciones más
sonadas en ese último año, candidatas a canción del verano. De
estas últimas son pocas las que aguantan el paso del tiempo y acaban
incluidas en el catálogo base.
Algunas de las canciones de ayer, de
hoy y de siempre que lleva una orquesta en condiciones que se precie
son:
Mi preferida: Me gustas mucho, Rocío Durcal.
El chacachá del tren , El consorcio.
La ventanita del amor, Garibaldi.
El vals de las mariposas, Dany
daniel.
Beso
a beso.
Una lagrima cayo
en la arena, Peret - Los Manolos.
Pero ¿qué es lo
que pasa en la verbena mientras esto suena? Pues parece que no pasa
nada pero pasan muchas cosas (como en un capítulo de Mad Men). El
publico que ha ido lo ha hecho porque es lo que toca, porque le
apetece o por el cachondeo. Es una vez al año y es una buena
oportunidad para ver a la gente del pueblo en un escenario distinto,
con un vestido y un peinado especial y quien sabe, dispuestos a hacer algo que
llevan tiempo deseando: bailar con Paqui la del estanco, ver al
hijo de Manolita achispado tirandole los tejos de nuevo a Mari
Carmen, bailar con el marido un pasodoble, con una amiga o con el
nieto. Mientras todos
están sobrios y serenos la orquesta intenta romper el hielo como
puede aliándose con los niños que son los únicos que salen a
bailar, si la cosa se pone chunga siempre pueden recurrir al
socorrido Follow The Leader que
hará que la gente empiece a levantarse de las sillas.
Después de unas cuantas canciones de
su lista titulada “canchodeo” ya hay suficiente gente bailando
como para entrar en faena, es ahora cuando la orquesta lo da todo y
el solista se viene arriba con El vals de las mariposas de Dany
daniel.
En este momento si nos
fijamos en quien está bailando sabremos quién está enamorado: las
señoras que obligan a su marido a bailarlo sin duda le quieren, los
señores que acceden a hacerlo, sin duda las quieren, y las parejas
que además tienen a sus hijos preadolescentes esperando resignados
a que acaben para irse porque “jolin mamá que rollo, me quiero ir
con mis amigos” se quieren una barbaridad y no quieren dejar de
bailar.
Luego llegan los pasodobles de rigor, y
aquí da igual quienes formen las parejas, aquí quien baila lo hace
por el gusto de bailar y ya está. Podemos encontrar parejas tan
singulares como: abuela-nieto, vecina-vecina, suegra-yerno,
padre-hija, señora- amiga de clase de zumba, etc.
Ya han tenido su turno los niños y los
mayores, y en este punto de la noche puede que sea la misma orquesta
la que haga sus versiones o que el ayuntamíento (bien de presupuesto) haya contratado a un DJ pensando en los
jóvenes para que suenen
canciones que no tienen el reconocimiento que se merecen como éstas:
Que sí, que no, El Símbolo
Toma Vitamina, La Fiesta.
As de
corazones, Raúl.
Que la detengan, David Civera.
Levantando Las Manos, El Simbolo.
No Rompas Más, Coyote
Dax.
Te quiero más, Fórmula
Abierta.
Ven, ven, ven, Sex Bomb.
Qué casualidad que las veces que más
me he divertido de fiesta en mi vida ésta era la banda sonora.
Ya hemos llegado al final de la noche y
toca volver a casa, quizás unos churros con chocolate para los que
se niegan a que termine o cuatro besos en una esquina, y fin, se
acabaron las fiestas hasta el año que viene. ¿A que parece que no
ha pasado nada? Pues de lo que ha ocurrido esa noche tratarán muchas
de las conversaciones el resto del año en el pueblo:
- de cuando el chiquillo de Antonia
casi se ahoga en la fiesta de la espuma en la plaza
- de cuando la hija de Alfredo
volvió llorando porque un tipo con muy poco tacto le dijo “¿que
eres virgen? Anda niña, vuelve a la verbena”
- de cuando Mercedes y José el
panadero estuvieron toda la noche bailando
- de lo salido que estaba el
cantante de la orquesta y como les miraba el escote a las señoras...
y cosas menos perceptibles ocuparán
los pensamientos de algunos durante un rato o toda su vida:
- de como la miraba su marido
mientras bailaban Suspiros de España - del piropo que le echó Juanito - de lo contento que se puso con dos
vinos - de la vuelta a casa descalza
cuando no podía soportar los zapatos - del primer baile con su hijo - de lo cansada que parecía la
corista, lo poco que brillaba y lo mucho que lo hacía su vestido.
Hay que ir a la verbena al menos una
vez en la vida para observar esto y bailar con todas tus ganas y tus
amigos la canción del velero.